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La oposición de Sant Llorenç (PP y UM) denunció ayer la existencia de un desfase de 2,7 millones de euros en las arcas municipales en el transcurso del pleno municipal en el que se aprobaron los presupuestos de 2006 que ascienden a 13.367.821 euros. La portavoz del PP, Manuela Meseguer y el alcalde, Mateu Puigrós (GISC) protagonizaron un intenso debate que se prolongó durante dos horas. Meseguer acusó al equipo de gobierno de llevar a cabo una «mala gestión económica» y enumeró partida por partida el «desequilibrio existente en los ingresos, por impuestos de diferente naturaleza, entre lo ingresado y lo presupuestado. Así, al final concluyó que el Ajuntament «dejó de recaudar 2.796.023 euros en tasas y impuestos». La portavoz popular tomó como punto de partida las liquidaciones del presupuesto de 2004 y 2005. El alcalde defendió que «no es cierto que se haya dejado de cobrar este dinero pues si miramos el remanente asciende a 3 millones de euros. Contamos con este dinero en tesorería».

Puigrós criticó a Meseguer y dijo que «no se puede tomar como base estas liquidaciones de los presupuestos pues lo realmente importante son los derechos reconocidos que Meseguer no quiere tener en cuenta. Los derechos reconocidos verifican que realmente estas cantidades se van a cobrar y muchas veces no figuran en la liquidaciones de los presupuestos porque son partidas automáticas». Por parte de UM, Pasqual Soler sugirió al equipo de gobierno «hacer una auditoría municipal contable para verificar el estado de cuentas». Respecto a los presupuestos, el alcalde expuso que «es muy equilibrado, dedica un 25 por ciento a áreas de acción social, promoción educativa, enseñanza, difusión de la naturaleza o medio ambiente».

Puigrós añadió que «es fruto además de un proceso de participación ciudadana de la Agenda Local 21, favorece la reducción del endeudamiento en 200.000 euros y controla el gasto público». Soler criticó la «poca inversión que realiza el Ajuntament en enseñanza cultura puesto que sólo dedica dos céntimos por habitante». Otra de las críticas de UM hizo referencia a que el Ajuntament preveía «80.000 euros en fiestas en Son Carrió y 50.000 euros en la Costa cuando tiene el doble de habitantes. Ellos supone una discriminación entre núcleos urbanos». El presupuesto se aprobó con los diez votos a favor del equipo de gobierno mientras que la oposición votó en contra.