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El Ajuntament de Vilafranca ha aprobado, por unanimidad, la suspensión de licencias de obra por un plazo de un año ante la avalancha de nuevas construcciones de viviendas plurifamiliares a causa del desdoblamiento de la carretera Palma-Manacor.

Desde enero de 2005, en el registro del Consistorio se han llegado a presentar solicitudes de proyectos de hasta 121 viviendas nuevas. La alarma social que han provocado estos hechos entre los vilafranquers y la fuerte oposición popular a estos proyectos desmesurados, han hecho que el equipo de gobierno del PSM presentase por vía de urgencia este punto en el último pleno celebrado el pasado martes. Finalmente, y aunque el PP se quería abstener en un principio, la suspensión de licencias se aprobó por unanimidad con los votos del PSM, PP y UM.

Para el alcalde Jaume Sansó las obras del desdoblamiento de la carretera Ma-15, que acercan la villa a cinco de Manacor y a veinticinco minutos Palma, «ha provocado que las promotoras viesen muy rentable nuestro suelo para la construcción de viviendas plurifamiliares». Según Sansó «esta entrada masiva de proyectos, si no parábamos todo este proceso, en cuatro años habríamos crecido lo que se crece en quince o veinte. Y todo esto es muy negativo para el pueblo de Vilafranca».

Por todo ello, para el PSM local «en muy poco tiempo tantas viviendas acabaría con la calidad de vida y los servicios de calidad que se ofrecen a nuestros ciudadanos. Por ejemplo faltaría agua o la depuradora no daría a basto por no hablar de otros servicios. Estaríamos desbordados y no nos conviene a ningún precio».

El alcalde cree que «no podemos permitir perder nuestra fisonomía y nuestro carácter como pueblo entre tanta construcción masiva. No queremos ni consentiremos un crecimiento tan desmesurado para nuestro pueblo».

Sansó añadió que esta moratoria «es un acto de responsabilidad hasta que el Consell de Mallorca nos apruebe las nuevas normas subsidiarias que son más restrictivas que las actuales. El Ajuntament ya las ha aprobado de manera provisional y esperamos que el Consell nos de el visto bueno para que ya sean definitivas». Hasta ahora se permitía una vivienda cada 150 metros cuadrados y con las nuevas normas será una en cada 100.

Esta medida también evitará la especulación urbanística que se lleva a cabo tras las múltiples ofertas que reciben los vecinos por sus solares en Baix de la Vila.