Para Moner, este hecho supone que «tenemos que hacer un esfuerzo entre todos porque las ganaderías son las que hacen la feria. Tenemos que entender que no podemos estar divididos». «Soy la consellera de todos y desde el Govern les ayudamos y les ayudaremos en todo lo posible. Si hay crisis entre ellos, que no lo se, no quiero entrar en ellas. Son señores mayores y se tienen que entender. No podemos hacer más».
La otra polémica la puso en escena UM que en la jornada de ayer regaló molinillos de viento de plástico para salir al paso «del misterio tras el convenio de restauración y aprovechamiento de los molinos de Campos». El regidor regionalista Guillem Ginard afirmó que la iniciativa ha pretendido ser «una campaña simpática por la falta de información sobre los molinos». Bajo el lema «Aquest sí que volta», Ginard exigió el cumplimiento íntegro del convenio. Por su parte, el conseller de Medi Ambient, Jaume Font, que también se acercó a la Fira se mostró convencido que el texto se llevará a cabo. «Yo paso de polémicas, pero lo cierto es que Jaume Matas apostó por ellos cuando fue ministro, y ahora el Gobierno de Zapatero nos ha dado la espalda desentendiéndose de la segunda fase del proyecto».
Con todo, la Fira de Maig de Campos fue un éxito de participación. Destacó el mercado de artesanía local, Fet a Campos, en el Convent dels Mínims y la I Fira de Formatges i Vins, cuya carpa estuvo llena hasta la bandera durante todo el día demostrando el acierto de su creación. La II Fira Jove Empresari también sirvió para demostrar las buenas de los jóvenes empresarios campaners y la ya consolidada VII Mostra de Cuina albergó a numeroso visitantes en sus instalaciones.
Por la tarde, en la plaza de Can Pere Ignasi, tuvo lugar una muestra de ball mallorquí y baile popular a cargo de Brot de Taparera de Campos, para dar por finalizada la Fira de Maig de este año.
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