27/05/06 0:00
J. M. SASTRE/J. SOCIES
Estaba anunciado, era inevitable, todo el mundo sabía que este momento llegaría pero, aun así, tal vez a alguien le quedaba un resquicio de esperanza. Pero los tiempos cambian, no entienden de sentimientos y ayer Manacor lo vivió en sus propias carnes. Las máquinas excavadoras comenzaron a derribar la histórica fabrica de Majorica, un lugar donde miles de manacorins y manacorines han tenido su puesto trabajo, un lugar que toda la ciudad sentía como propio.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.