En una primera reunión celebrada pasado miércoles por la noche en el restaurante Altamar, éstos analizaron la situación creada por parte del Ajuntament impidiendo que, a causa de las obras, los autocares que transportan turistas puedan entrar en el Port de Sóller asegurando que la situación «comporta graves consecuencias económicas en bares, restaurantes y comercios».
Algunos de estos comerciantes han manifestado «no sentirse representados ni defendidos por la actual asociación de empresarios y comerciantes.
Según las fuentes consultadas por este diario, «algunos de los miembros de esta asociación acudieron a la reunión donde se debatió esta problemática».
Las mismas fuentes consultadas han asegurado que entre sus reivindicaciones quieren que «a partir de ahora mismo, los autocares puedan entrar y aparcar en el Port de Sóller dejando que los visitantes pasen más rato».
Hay que recordar que esta reivindicación no es nueva ya que hace años que la asociación de comerciantes y empresarios ya tenía la misma queja, aunque hace ya tiempo no se ha manifestado en este sentido. El colectivo quiere que el Consistorio, lejos de mantener vigente la prohibición de entrar autocares en el Port de Sóller, habilite un aparcamiento provisional. Segun algunos de los asistentes, «existe buena disposición municipal» para solucionar a corto plazo este problema.
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