Numerosas autoridades y vecinos asistieron al acto de inauguración del nuevo templo situado en la urbanización de Badia Blava, cerca de la plaza de la Madre de Dios.
La construcción del nuevo complejo parroquial ha sido una realidad en menos de dos años, ya que los trabajadores comenzaron el otoño de 2004, aunque el proyecto era muy anterior. Para llevarlo a término fue necesario suscribir un convenio con el Ajuntament de Llucmajor, que ha colaborado en esta iniciativa haciéndose cargo del proyecto, de la dirección de la obra y de los permisos entre otras cosas.
El Obispado ha participado también con una aportación de 150.000 euros a fondo perdido y un aval de 300.000 euros que se ha avanzado sin intereses. Además, los feligreses de la zona han realizado importantes aportaciones.
La nueva iglesia es un edificio moderno con capacidad para unas 200 personas sentadas. El nuevo complejo parroquial se completa, en la planta baja, con dos salones, uno de 38 metros cuadrados y otro de 126, en los cuales se podrán llevar a término diversas actividades sociales y pastorales. La planta piso alberga el despacho y la vivienda parroquiales. Han dirigido la realización del proyecto el arquitecto municipal Melción Miralles Mut, el aparejador municipal Job plaza y el ingeniero Llorenç Mestre Ribot, que ha trabajado de forma desinteresada.
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