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El alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre (PP), anunció esta semana que el próximo mes de octubre el consorcio de la Gola, integrado por Govern y Ajuntament, iniciará con o sin el permiso de Costas las obras de reforma de la red de pluviales de la primera línea del Port.

Este es el único proyecto de los que se incluían en el pacto de gobierno suscrito por PP-UMP/UM-UNPI tras las últimas elecciones municipales que, a estas alturas, no solo no ha comenzado sino que tiene realmente difícil obtener todos los permisos para ser una realidad dentro de la presente legislatura y es que, dado que están prohibidas las obras molestas en el Port entre los meses de mayo y octubre, para que haya tiempo material de emprender una obra como ésta los trabajos tendrían que comenzar sin demora en octubre pero el Ministerio de Medio Ambiente sigue sin dar su permiso, permiso que resulta imprescindible puesto que la mayor parte de la actuación se realiza en zona de dominio público.

Así, si finalmente el alcalde cumple su amenaza y emprende por su cuenta y riesgo las obras en octubre sin la necesaria autorización de Madrid, el Ministerio le podría abrir un expediente e imponer una importante sanción económica. «No podemos seguir así, llevamos meses esperando la respuesta y es una obra realmente urgente porque cada vez que llueve se inunda la primera línea», justifica Bartomeu Cifre. Las obras ya disponen de presupuesto y es que el Govern garantiza la financiación de los cerca de 500.000 euros que cuesta esta actuación.