La Torre de ses Ànimes es Bien de Interés Cultural (BIC) desde el año 1993.

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«Es un acontecimiento histórico», indicó ayer el alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà (UM). «La cesión se produce después de mucho negociar, pero está claro que ha habido una predisposición por parte de los señores que han realizado la donación y lo agradecemos». El Consistorio tiene previsto reunirse hoy en sesión plenaria extraordinaria para aceptar la donación y después tendrá lugar un acto en defensa de la conservación y titularidad pública de sa Torreta.

Que el Ajuntament forme parte de la propiedad de la torre de defensa supondrá que deberá participar en la toma de decisiones en torno a este monumento, que hasta ahora presentaba un pésimo estado de conservación.

La titularidad pública ha sido una reivindicación de los sucesivos ayuntamientos de Banyalbufar y así lo reconoció ayer el alcalde, aunque ha sido ahora cuando una parte de la propiedad ha decidido llevar a cabo la donación. Precisamente, la complejidad de las ramas familiares de la propiedad de sa Torreta, herederos del arxiduc Lluís Salvador, habían dificultado siempre las negociaciones con el Ajuntament, que exigía una mejor conservación de uno de los monumentos más emblemáticos de la Serra de Tramuntana, Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1993. Además, tiene catalogación de monumento desde el año 49 por una declaración general de protección de todos los monumentos militares.

De hecho, hace unos meses el Consell de Mallorca amenazó con expropiar la Torre de ses Ànimes si los actuales propietarios no acondicionan la construcción y su entorno. El organismo insular ordenó la recuperación y mantenimiento de la torre de defensa, ateniéndose al artículo 26 de la Ley de Patrimonio según el cual la propiedad debe mantener y custodiar las edificaciones declaradas Bien de Interés Cultural. Y le daba tres meses para solventar las deficiencias antes de que el organismo insular iniciara un expediente sancionador.