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GUILLEM MAS/JOSEP M. SASTRE
Mallorca se unió ayer para reclamar una costa abierta a todos. Unas 700 personas venidas de todos los puntos de la Isla acudieron de forma voluntaria a la concentración organizada en la playa de sa Marjal bajo el lema «La costa és de tots» y que fue convocada por 18 entidades, asociaciones y partidos políticos para protestar por la «privatización» de la piscina de Pedro J. Ramírez en la Costa dels Pins. La participación, según la organización, fue de entre 1.500 y 2000 personas mientras que desde Delegación de Gobierno la cifraron en 300 asistentes. El acto reivindicativo tuvo su inicio en el puerto de Cala Ratjada donde una representación de los convocantes salió en dirección a sa Marjal en una golondrina fletada para la ocasión. A bordo estuvo el diputado de ERC, Joan Puig; el dirigente de el Lobby per la Independència, Josep Palou; el presidente de ERC-Illes, Joan Lladó; el secretario general del PSM, Biel Barceló; el dirigente de Els Verds, Miquel Àngel Llauger; Joan Miquel Chacón, de la OCB, o Josep Oliver del sindicato CGT, entre otros.

La comitiva naval, vigilada en todo momento por una patrullera de la Guardia Civil, llegó a las 11 horas a la playa de sa Marjal en cuya arena se celebró la concentración, que también fue aérea puesto que una avioneta sobrevoló la zona mostrando una pancarta con el lema «La costa és de tots». La falta de zona de aparcamiento retrasó la llegada de más participantes que, conforme pasaban los minutos, iba aumentando el número de manifestantes. La acción reivindicativa para exigir el cumplimiento de la Ley de Costas se desarrolló en un completo ambiente festivo y lúdico, al son de las canciones interpretadas por varias colles de xeremiers, y sin ningún tipo de incidente, imperando en todo momento el comportamiento cívico. Abuelos, padres y niños participaron de esta fiesta donde los corrillos para comentar el trato de favor a Pedro J. Ramírez fueron la tónica general.

Acudieron a la convocatoria vecinos de Son Servera, Palma, Marratxí, Binissalem, Consell, Alaró, Inca, Bunyola, Manacor, Porreres, Sant Joan, Vilafranca, Capdepera, Felanitx, Mancor, Petra, Llucmajor y un largo etcétera que representaron el sentir general de la población mallorquina en la defensa de una costa pública. No faltaron las banderas mallorquinas, las senyeres, las estelades y numerosas pancartas. Éstas rezaban «La costa és de tots», «Des de sa Dragonera al cap de Formentor, des de les fondalades al Puig de Galatzó, d'Eivissa a Formentera, d'Andratx fins a Maó, aquesta terra és nostra que ho sapin els senyors!» o «Ja n'hi ha prou de privilegis». Pasadas la una y media de la mañana, y en el punto máximo de asistencia en la concentración, el dirigente del Lobby, Josep Palou, leyó un manifiesto a los presentes. Palou afirmó que la resolución ministerial que privatiza la costa «vulnera la Ley de Costas, es un precedente gravísimo que puede provocar un efecto cascada de privatizaciones y de destrucción de la costa. Es conceder privilegios a un particular por sus influencias, presiones y coacciones para incumplir la ley impunemente. Es una burla y un insulto a los mallorquines porque Pedro J. pretende utilizar a los escolares de Son Servera como coartada para quedarse con la piscina y se da un imagen de país corrupto, tercermundista y legalmente poco de fiar».