Sin citar a ninguna institución, Delgado subrayó que a veces estos organismos supramunicipales de diferente color político actúan «por el rencor y la venganza» no permitiendo que proyectos municipales no salgan adelante. «Los responsables municipales percibimos que las ingerencias competenciales de entidades supramunicipales limitan nuestra autonomía de gestión, quedando nuestra capacidad de maniobra muy mermada», indicó.
Agregó que los ayuntamientos son manejados «con criterios exclusivamente partidistas o personalistas o con rencores poco presentables». Aún así, abogó por las mancomunidades de los municipios de la bahía de Palma.
Tras Delgado, el protagonismo fue para el párroco de Santa Ponça, Antoni Alzamora Salom, quien leyó el pregón de las fiestas en catalán (la mayor parte del tiempo), castellano e inglés. Alzamora aseguró no sentirse del todo orgulloso de sus antepasados. «A la cristianización, se unieron otros objetivos económicos», puntualizó.
También reivindicó «más presencia de Dios y la religión» en la sociedad actual. «La religión no es una enfermedad; lo es el fanatismo. La auténtica religión es vital, necesaria y saludable».
Ofrenda
Los actos en la Creu de Santa Ponça continuaron con una ofrenda floral. Cada una las asociaciones de vecinos, culturales, deportivas, cívicas y de la tercera edad depositaron flores en la cruz. Mientras tanto, la banda de música interpretó «La joia del Rei en Jaume». Bajo los acordes de «La Balanguera», himno de Mallorca, se acabó la fiesta institucional con una ofrenda floral por parte de Delgado y el conseller Joan Flaquer.
Todo el Consistorio en pleno asistió a la conmemoración del 777 aniversario del desembarco del Rei en Jaume.
Al final, Carlos Delgado anunció que cada 15 días enviará una carta a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, por frenar el proyecto del hundimiento de la fragata «Balear».
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