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J.S.
Sin ninguna duda, una de las fiestas con más tradición del Pla de Mallorca, es la Festa del Botifarró, de Sant Joan y además en esta edición se han cumplido cuarenta años de la primera celebración, organizada en aquella ocasión por la Penya Motorista de Sant Joan. Desde entonces ha sufrido muchos altibajos, unos años se ha celebrado con más solera y otros no tanto.

Pero, ayer a las cinco de la tarde en la plaza Constitució el fuego ya estaba encendido. La gente del pueblo y de los pueblos vecinos saben de cada año que el primer domingo de octubre tiene una cita en Sant Joan, con e botifarró y los primeros alimentos de la matanza del cerdo, una de las tradiciones aún bien arraigadas a la payesía insular.

Ayer como cada año fueron muchos los kilos de botifarró preparados para torrar, tampoco falto la coca de verdura ni el vino. La música fue a cargo de la agrupación local de ball de bot, Aires de Pagesia y de Música Nostra, quienes con su música entretuvieron y sacaron a bailar al numeroso público que se acercó hasta Sant Joan a lo largo de la tarde noche, para disfrutar de la fiesta y del buen tiempo, que otros años aguó la fiesta.