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El equipo de gobierno del PSM de Petra aprobó en el pleno del pasado jueves, la suspensión de licencias en el polémico polígono industrial de Son Dalmau con el objetivo de iniciar la desclasificación mediante modificación puntual de normas subsidiarias.

Justo un punto antes del orden del día en que se suspendían las licencias, el PSM aprobaba las bases para la contratación del área de servicios de la zona del cementerio, el lugar donde desde que comenzó la polémica de Son Dalmau los nacionalistas han considerado que deben instalarse las empresas de Petra.

La historia de este polígono previsto en una extensión de 100.000 metros cuadrados se remonta al año 1990 cuando el Govern balear adquirió unos terrenos y una empresa japonesa intentó montar una fábrica de bombillas halógenas. Esta iniciativa quedó en nada y desde entonces el Govern ha realizado varios intentos de impulsar la urbanización del polígono industrial.

Por aquel entonces, el PSM ya se opuso al proyecto y la polémica coleó durante años en el municipio donde hubo división empresarial y entre la clase política. Ahora y después del último intento del Govern de reactivar el polígono, el PSM ha decidido desclasificarlo para reconvertirlo en suelo rústico.

El regidor del Ajuntament de Petra, Bartomeu Gual, justificó que el equipo de gobierno se opone al polígono porque «lo llevábamos en nuestro programa electoral, está lejos del casco urbano (dos kilómetros), hay barreras físicas (la carretera y las vías del tren) y porque aún está dibujada la autopista de Inca, entre otros muchos motivos».

El área de servicios tendrá 21.000 metros cuadrados de los que 16.000 será de solares y el resto de viales y zonas verdes. El proyecto cuenta con un presupuesto de 840.000 euros y el Ajuntament espera contratar la urbanización dentro de unos dos meses.

Gual declaró que este proyecto, del que se viene hablando hace años, se ha retrasado por diferentes motivos como la polémica de la autopista o la linea de tren hasta Manacor.