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PEDRO AGUILO MORA
Empieza a cundir el malestar entre los senderistas (turistas alemanes la en su mayoría) que a diario cubren el trayecto Peguera-es Capdellà, después de que un particular clausurase hace dos semanas el tramo del Camí Vell que discurre entre ambas poblaciones por el Coll des Trulls y Son Tries: un camino público incorporado en noviembre de 2004 al inventario municipal de bienes. Pero tal vez, lo más grave del asunto, no es la clausura del camino en sí, que lo es, sino el hecho de que el Ajuntament de Calvià tenía conocimiento del cierre desde el mismo día en que se produjo, ya que el propietario de la finca por la que discurre el sendero público advirtió ya entonces al Consistorio de sus intenciones.

De esta manera, y aún cuando la colocación de postes, rejillas y troncos de árboles caídos evidencian el cierre del camino público, el área que preside el teniente de alcalde de Urbanismo, Alberto León (PP) no ha procedido todavía a la apertura de expediente de infracción urbanística alguno. Fuentes del gabinete del alcalde Carlos Delgado (PP), informaron ayer a este diario que la inacción de Urbanismo se prolongará hasta que los servicios jurídicos municipales certifiquen si el camino en cuestión es público o privado.

No obstante, tal duda queda meridianamente despejada si se acude al acta del pleno ordinario de 25 de noviembre de 2004. El mencionado documento deja patente que el cónclave municipal aprobó por unanimidad tramitar la incorporación al inventario municipal de bienes, nada menos que 42 caminos rurales «considerados de titularidad municipal y/o de uso público», y entre ellos, en el número 38, se encuentra el tramo de Camí Vell que discurre entre Peguera y es Capdellà por el Coll des Trulls y Son Tries.