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J.M.SASTRE
Los partidos de la oposición del Ajuntament de Campos, PSM y UM, criticaron que las nuevas normas subsidiarias aprobadas ayer por el PP «mantienen el modelo de crecimiento urbanístico actual» con lo que «se hipoteca el futuro del municipio». Desde el PSM, Guillem Vidal, advirtió que las unidades previstas permiten duplicar la población con 5000 habitantes más en sa Ràpita y 3000 en Campos «en los próximos años». «Es pan para hoy y hambre para mañana», advirtió. Guillem Ginard (UM), coincidió en que «lo que se tendría que hacer en 20 años se hace en 6 y es insostenible».

Vidal y Ginard advirtieron que el crecimiento de los últimos años va en contra de la «calidad de vida» de los vecinos ya que el municipio padece «un déficit de servicios» como de red de saneamiento, presión de agua y el centro de salud. Además la Policía Local y los centros escolares y «están saturados». Ambos dirigentes se hicieron eco del informe ambiental que se ha incluido en las normas. En los impactos negativos, el documento advierte que se incrementa la contaminación atmosférica a causa del aumento de vehículos, el consumo de agua, se altera la movilidad y el hábitat de la fauna o que se degrada el paisaje. Así mismo, apunta que unos terrenos edificables afectan una zona de inundación.

El alcalde de Campos, Andreu Prohens (PP), argumentó que «aunque sean unas nuevas normas, lo único que hacemos es adaptarlas» al Pla Territorial de Mallorca y otras normativas supramunicipales. En cuanto al aumento poblacional que denuncia la oposición, Prohens, le restó importancia ya que muchas de las nuevas construcciones «serán plazas vacacionales».