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JOAN SAMPOL
La aplicación del Plan de Gestión de Residuos de construcción y demolición, voluminosos y neumáticos fuera de uso entró en vigor en enero del 2006. Con este nuevo plan no se pueden tirar Residuos de Construcción y Demolición (RCD), los cuales tienen que ser tratados en una planta en Son Reus. Las canteras sólo pueden acoger materiales de excavación. Por esto, Muro tiene tres canteras denunciadas por diferentes motivos: Son Blai, por no tener un plan de restauración y verter residuos de escombros sin separar. Son Morei, donde se vertieron durante años todo tipo de residuos, hecho que provocó fuertes olores en verano por la combustión. Y Son Perera, donde llevan escombros, a veces sin separar, cuando la normativa actual ya no lo permite.

En este sentido, la asociación «Dimonis de sa Pedrera» prepara un calendario, la primera publicación sobre las canteras de Muro, para llevar a cabo una campaña de concienciación para el buen uso de las canteras de este municipio. El nuevo plan no ha tenido toda la implantación que necesitaría: solo una tercera parte del millón de toneladas que se producen anualmente en Mallorca se lleva a las plantas de tratamiento. En este sentido, el 70 por ciento de los residuos de construcción y demolición son reciclables y se pueden volver a usar y no tener que recurrir siempre a las canteras.

Por otra parte, una cantera puede cobrar unos 30 euros por tonelada depositada sin tratar, mientras que la tarifa del Consell es de unos 51 euros la tonelada en las plantas de tratamiento de residuos, que incluye reciclaje y reutilización de estos residuos.