600.000 euros y cuatro años de obras. Este será el coste final del aparcamiento municipal que se construye entre la calle Santa Catalina Thomàs y el paseo Antoni Estarellas, de Bunyola.
El Ajuntament se ha visto obligado a solicitar un préstamo de 308.000 euros para poder reanudar las obras que llevaban paralizadas desde el pasado mes de julio. De hecho, la falta de liquidez impedía continuar unas obras que comenzaron en 2001 y que debían haber concluido 18 meses después.
Esta misma semana, los operarios han retomado los trabajos de este polémico proyecto que se complicó desde el principio. Vecinos de la zona denunciaron que la salida peatonal del aparcamiento se producía por un vial privado. El juez les ha dado la razón y las obras continuarán sin salida a esta calle. El Ajuntament, que ha recurrido la sentencia, ha solicitado al Consell una modificación puntual del Plan General.
Además, el Ajuntament perdió, en 2005, una subvención del Ministerio para las Administraciones Públicas (MAP). El proyecto, según explicó a este periódico Guillem Riera (UM), regidor de Serveis Generals del Ajuntament, contaba con una ayuda a través del Pla d'Obres i Serveis del organismo insular que se elevaba a 168.000 euros (114.000 procedían del Gobierno central), que se perdió porque el Consistorio no pudo justificar el retraso.
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