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MARTA MEDRANO
Tras sucesivos aplazamientos debido a los retrasos de las diferentes administraciones implicadas en el proyecto, las obras para aprovechar el agua depurada para regar en Inca ya han empezado. Hace un par de semanas que en los terrenos situados entre la depuradora y la variante sur trabajan tres excavadoras y numerosos camiones extrayendo y movilizando toneladas de tierra.

Se empieza así a construir un embalse de 72.000 metros cuadrados y un total de 12 kilómetros de las tuberías que servirán para regar hasta 75 fincas con una superficie total de 185 hectáreas. En concreto, el embalse podrá almacenar 200.000 metros cúbicos de agua depurada y desde allí el agua se canalizará a las principales zonas agrícolas del municipio.

La inversión, que financia el Ministerio de Agricultura, asciende a 3.963.000 euros. La Conselleria del ramo se ha encargado de adquirir en esta zona cuatro fincas de 7,2 hectáreas, por las que ha pagado 652.305 euros y que ha puesto a disposición del Ministerio, tal y como se pactó en el convenio del Plan de Regadíos.

Las obras, que ejecuta la empresa Tragsa, durarán entre 18 y 24 meses y servirán para hacer realidad una vieja reivindicación de la comunidad de regantes que diseñó hace ya años el ex concejal Mateu Dupuy.

El proyecto estuvo paralizado durante un tiempo y se desbloqueó hace un año por la intermediación del portavoz del PSOE de Inca, Xavier Ramis, que se reunió con el secretario de Estado del Ministerio de Agricultura, Josep Putxe y acordó que esta obra se realizara con carácter de urgencia, tal y como le había pedido el presidente de la comunidad de regantes, Bartomeu Martorell.