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Eran las tres de la tarde, pero en la media docena de bares que circundan la plaza de España de Andratx se respiraba la misma atmósfera que de madrugada flota en algunos pubs y discotecas del Port durante las happy hour. Sin embargo, no eran whiskies y gin tonics a mitad de precio lo que esperaban los parroquianos de los cafés Balear, Nuevo o Pubill, sino a que diera comienzo el Telediario de la Primera. Y eparte no defraudó. Las cabezas de los jubilados que a esa hora de la tarde echaban su partida diaria de truc rotaron sus cabezas hasta el televisor donde Ana Blanco abría el noticiario con unas imágenes de las viviendas plurifamiliares que se construyen en una zona protegida de Monport, rematadas con un flash que daba cuenta de los «detenidos en Baleares por corrupción urbanística».

No crean que en ese instante los naipes dejaran de deslizarse sobre los tapetes verdes que cubrían los veladores. Sólo atenuaron la contundencia de los envites algunos gestos de resignación y un comentario que ayer en Andratx se torno lema: «era de esperar».

«Era de esperar, pero no que fuera suceder tan rápido», reconocía Miquel a este redactor mientras acababa con su café y empezaba a paladear un vaso de agua con gas. Como la inmensa mayoría de los mortales, Miquel se enteró de la detención de Eugenio Hidalgo trabajando. «Estaba en el huerto cuando mi mujer me ha avisado de que habían detenido al alcalde y sólo tenía ganas de llegar a casa para ver las noticias. Cuando he llegado al pueblo no se hablaba de otra cosa», apuntaba este vecino al que también le habían dicho que «desde Alemania ya han llamado para saber que pasa».

Apoyado en la barra del café Balear y con otro «era de esperar» respondía Toni a la pregunta de si le habían sorprendido las detenciones del alcalde, Jaume Massot Sureda y Jaume Gibert Fuster.

No obstante, minutos antes, el debate popular sobre la versión mallorquina de la Operación Malaya marbellí había traspasado el ámbito doméstico de bares y colmados para trasladarse hasta los aledaños del castillo de Son Mas, sede del Ajuntament d'Andratx. De hecho, alrededor de las 14.00 horas, se contaban por decenas los militantes y simpatizantes del PP andritxo concentradas en la sala plenos del Consistorio para presenciar la sesión extraordinaria que allí se iba a celebrar.

Sin embargo, ojalá muchos de ellos se hubieran quedado en sus casas, ya que algunos, más que seguidores del PP, parecían trogloditas salidos de las cavernas. «Chusma» e «hijos de puta» fueron algunas de las lindezas que profirieron a los muchos profesionales que estábamos cubriendo el acto. A quienes informamos sobre la actualidad municipal de Andratx, los insultos y amenazas de estas personas recordaron a los exabruptos y amenazas que de forma usual profería Eugenio Hidalgo a los miembros de la oposición y a algunos corresponsales de prensa. Por desgracia, a ninguno de ellos ya nadie les devolverá los gramos de felicidad que hasta ayer les arrebataron la coacción y el escarnio.