El fracaso de esta oferta ha obligado al Ajuntament a abrir un nuevo periodo indefinido de venta al que podrá optar cualquier persona que esté empadronada en Inca.
El concejal de Urbanisme, Bartomeu Seguí, reconoció ayer que el retraso de las obras puede haber frenado la demanda. «Creo que mucha gente vendrá en enero y febrero a intresarse, cuando vean que la obra empieza a quedar lista», dijo, y atribuyó el fracaso a un pliego de condiciones para los compradores demasiado exigente y que se consensuó con la oposición con el objetivo de limitar la reventa de plazas. «Si hubiera habido una gran demanda el Ajuntament debería haber creado una bolsa de interesados a quienes los propietarios que quisieran vender una plaza deberían haber vendido obligatoriamente. Esto ahora queda suspendido», añadió.
Seguí ha defendido desde un principio el hecho de que los aparcamientos en venta estén en el cuarto sotano. «En los aparcamientos de Palma se ubican en la cuarta planta para que los conductores que dejan el coche en rotación no ocupen las plazas de los propietarios y también por seguridad. Así se evita un problema que ha surgido en los aparcamientos de la Plaza Mallorca».
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