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JOAN SAMPOL
El cambio climático ha llegado al Pla de Mallorca. El primer síntoma, la falta de lluvia en los últimos meses ha hecho que la tierra esté tan seca que para labrarla muchos hayan tenido que regar previamente si no querían que el polvo dañara plantaciones próximas.

«Los árboles frutales están desorientados», comentaba un payés que decía no haber visto nunca naranjos en flor en pleno mes de noviembre. «Estos árboles interpretan que ha llegado la primavera y dejan caer las naranjas por mucho que riegue», continuaba.

Los almendros se llevan también parte de los comentarios, y es que algunos están ya en flor. «Si el refrán dice que la flor de enero no llena la cesta no se qué ocurrirá con la de noviembre», añadía.