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LL. GARCIA.
El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, presidió ayer en la iglesia parroquial de Sant Bartomeu de Sóller, ante más de cien personas, el acto de clausura de la primera fase del proceso de canonización de la sollerica Francisca Alcover, un proceso iniciado ahora hace nueve años. Con este acto, durante el cual se sellaron con la marca episcopal las cajas con los más de 2.000 folios del expediente, concluye la fase local del procedimiento ya que toda la documentación se remite ahora a Roma para que continúe el proceso para conducir a la «sirvienta de Dios» a los altares.

Durante en el acto presidido por el obispo y otras autoridades eclesiásticas, el postulado de la causa, mossèn Gabriel Ramis, explicó la complejidad del procedimiento iniciado en Sóller el 3 de octubre de 1997, ahora hace nueve años.

Las cajas contienen toda la documentación por duplicado, empezando para el proceso testimonial, durante el cual declararon 30 testigos sobre la vida de Francisca Alcover. Una segunda parte de la documentación contiene la declaración de seis testimonios más. La parte más importante consiste a la correspondiente a la investigación histórica y el estudio de las virtudes de la encausada. También se han transcrito todos los escritos de Francisca Alcover, poemas y artículos de prensa publicados a lo largo de su vida.