El informe deja claro que «es del todo incomprensible que la empresa constructora sea incapaz de dar solución a la lista interminable de anomalías de las Piscinas Municipales de Inca». Y añade que «se modificaron partidas que existían en el proyecto original por problemas económicos y en todo momento las empresas garantizaron su correcto funcionamiento».
El arquitecto cree que es de «juzgado de guardia» que el ascensor para minusválidos de la instalación no esté homologado. También denuncia que «hay goteras en la cubierta de policarbonato celular, además de haber una demanda de la empresa subcontratada por impago. Tampoco se ha presentado el proyecto de licencia de actividad a GESA ni se ha legalizado. Así como el lector de cloro, que no funciona, y las ventanas tienen filtraciones de agua».
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