TW
0

A. HERNÀNDEZ
Tanto la directora del colegio Miquel Capllonch del Port, Catalina Gamundí, como la regidora de Educación del Ajuntament de Pollença, Malena Estrany, aseguraron ayer que los alumnos no corren ningún peligro en el nuevo centro educativo a pesar de no estar al cien por cien acabado. Además, las dos aseguraron no haber recibido ninguna queja ni de los padres ni de los alumnos del centro.

La directora del centro Miquel Capllonch manifestó que «el equipo docente hubiera sido el primero que se habría negado al traslado si el edificio no fuera seguro». Admitió que faltan acabados y que no hay calefacción, tema que la semana que viene podría quedar solventado.

En relación al precipitado traslado, la edil manifestó que «la fecha nos ha sido impuesta por la Conselleria d'Educació. A pesar de que en su día le comunicamos el retraso que llevaba la obra, no quiso aplazar la fecha de la mudanza, planificada para el 8 de enero. Entonces, el Ajuntament, la AMPA y el equipo docente durante las vacaciones escolares de Navidad pusimos todos los medios en nuestras manos para que el nuevo edificio quedara listo y en condiciones seguras para los niños».