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GUILLEM MAS
Júlia Roman derrochó fuerza y convicción en el acto de presentación de candidatura a la Alcaldía de Manacor por el PSOE en las próximas elecciones municipales del 27 de mayo.

Arropada por el director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida; el candidato autonómico, Francesc Antich y la diputada Isabel Oliver, Roman trazó los ejes básicos de su programa que se sustentará en la educación, en la mejora de los servicios públicos y las políticas sociales. La candidata acusó al alcalde Antoni Pastor (PP) de «no solucionar los problemas cotidianos de la ciudadanía y sólo vender humo con grandes proyectos faraónicos, mientras nuestras escuelas están colapsadas».

La candidata criticó al PP «por no planificar el futuro de Manacor y de no abordar seriamente los problemas reales diarios de los ciudadanos como conciliar la convivencia y la marcha nocturna en el centro, tener unas calles más limpias, mejorar la circulación del tráfico o más suelo industrial para la pequeña y mediana empresa».

Roman criticó duramente a Pastor, «un alcalde imputado en el Caso Mapau y que recibe con honores por Sant Antoni a José María Rodríguez tras el caso de corrupción de Andratx». Denunció la falta de decisión del PP «para abrir los caminos, para recepcionar Calas de Mallorca y mejorar y dotar de servicios a los núcleos costeros».

Por su parte, Joan Mesquida destacó que «el PSOE destaca por su trabajo en pro del interés general y no del particular» e incidió en que «la seguridad es un valor fundamental que apoyamos con más efectivos, más presupuesto y más recursos», defendiendo así se gestión al frente de la Dirección General de la Guardia Civil.

Francesc Antich no escatimó críticas hacia al PP, a quien acusó de administrar la Comunidad Autónoma «como si fuera su corral» y de gobernar «contra el interés general». Antich defendió los valores de la democracia y la transparencia al frente de las instituciones «mientras el PP se opone a crear mecanismos de control para evitar más casos de corrupción urbanística como en Andratx y nos hipoteca el futuro».