TW
0

MARTA MEDRANO
La ausencia de heladas y de frío ha hecho que este año de forma histórica las primeras patatas se hayan empezado a recoger dentro del mes de enero. Ayer, en concreto, en una de las fincas de sa Pobla que sirven la variedad Lady Christ al portal de importación y exportación Mateu&Uco la máquina recolectora de patatas empezó a trabajar. Los tubérculos, con un tamaño que oscila entre el de un puño y el de un huevo, son homogéneos y presentan una calidad excelente al no haber sufrido ninguna enfermedad.

«La temperatura del suelo en el momento de la siembra fue entre 6 y 7 grados superior a los otros años. Este fenómeno acompañado de las altas temperaturas de noviembre y diciembre y de algunos días de enero ha hecho que la cosecha se haya adelantado de una forma imprevisible», explicaba ayer Pedro Mateu.

Este año, además, apenas ha sido necesario regar para evitar daños derivados de las heladas. De hecho, según los datos de Mateu&Uco sólo se regó en algunas fincas durante una noche de enero.

El calor excepcional sorprende incluso a los más veteranos. El gerente de Mateu&Uco, Joan Mateu, asegura que es un año «histórico». «Lo habitual es que las primeras patatas salgan entre el 5 y el 15 de marzo y en los años más calurosos se recuerdan patatas pequeñas recogidas a mediados de febrero. Lo de este año es histórico no sólo por la época sino también por el tamaño», afirma Mateu.