Francisco Cano y Margarita Nájera, ayer, durante la rueda de prensa. Foto: PERE BOTA

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PEDRO AGUILO MORA
Ni la justicia, ni la honestidad, ni la coherencia política. Las únicas razones que, según Margarita Nájera Aranzábal, han movido al alcalde Carlos Delgado Truyols (PP) y a su entourage a endosarle 10 denuncias en tres años (2002, 2003 y 2004), han sido los intereses urbanísticos que su familia y la del promotor inmobiliario Juan Nigorra Cobián albergan en el municipio de Calvià.

La ex alcaldesa socialista denunció ayer en rueda de prensa que, durante los últimos cinco años, ha sufrido un «feroz ataque personal y familiar» por parte de Delgado «a través de querellas y denuncias basadas en falsedades, rumores, pruebas falsas o simplemente delincuentes y aventureros políticos», debidamente voceadas por la edición provincial de El Mundo. Un medio que, durante este periodo de tiempo, «ha publicado miles de páginas cargadas de mentiras y odio».

¿Los motivos a tanta presunta inquina contra Nájera? Según ésta, sólo existe uno: «Haber desclasificado 16 millones de metros cuadrados urbanizables, pasando a ser rústicos, en el marco de la Agenda Local 21 para el desarrollo sostenible». Una decisión que, de acuerdo a las declaraciones de la ex mandataria calvianera, afectó, sobre todo, a las familias de Carlos Delgado y Juan Nigorra. «Como la desclasificación supuso un freno a sus expectativas especulativas, el PP, junto a algunos promotores urbanísticos (las familias Truyols Rovira y Nigorra Oliver) y a su corte de abogados, puso en marcha una campaña de despretigio contra mi persona y el PSOE», denunció ayer quien durante 12 años fue alcaldesa de Calvià. Asimismo, Margarita Nájera calificó al president del Govern, Jaume Matas, de «ignominioso» por sus afirmaciones en el Parlament sobre la condición de imputada de la ex edil. «Es triste, pero puedo entender que esté nervioso y asustado por la manera de hacer de algunos de sus alcaldes», agregó.