La zona permanece precintada y continúa tal y como la dejaron tras la tala indiscriminada de pinos.

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La propiedad de la finca y la empresa responsable de una tala de pinos indiscriminada que arrasó el emblemático pinar de sa Coma de Manacor, podrían tener que pagar una sanción económica de hasta un millón de euros.

Los propietarios de la finca habían solicitado permiso para llevar a cabo una tala controlada de 317 pinos, algo que permite la normativa y que tiene como fin beneficiar el mejor crecimiento de los árboles. De hecho, un guarda forestal se había desplazado al lugar y había marcado los ejemplares que podían ser talados, centrándose especialmente en aquellos que estaban afectados por el tomicus. Pero la tala se comenzó a ejecutar sin control alguno y en una zona muy concreta.

La Conselleria de Medi Ambient del Govern balear que abrió el expediente sancionador, ha concluido que esta falta contra el medio ambiente es «muy grave». La tala se produjo el pasado 18 de octubre de 2006 y en estos momentos la Conselleria está estudiando las alegaciones presentadas por los responsables de la tala el pasado día 11 de enero. En principio, los expedientados tienen a su favor que el pinar de sa Coma no es un espacio protegido más allá del rústico forestal y que la tala no afectó a ninguna especia animal que tuviera su hábitat natural en el pinar.

El lugar, una finca de cinco hectáreas, está precintado por orden de la Conselleria de Medi Ambient, desde el mismo día en que el Ajuntament de Manacor denunció los hechos en octubre de 2006.