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C.R.G.
La cooperativa «La nueva vida», ahora prácticamente desconocida, pero en torno a la cual giró la vida social y económica de Llucmajor a principios del siglo XX, fue objeto ayer de un emotivo homenaje al cumplir los 100 años de su fundación. Fundada en 1907 y con una intensa actividad, funcionó hasta la Guerra Civil del 36 en que le fueron confiscados todos sus bienes, que eran muchos, en manos de Patrimonio Sindical. Aun hoy en día no lo han recuperado. Ayer, en el local de la Associació de Pensionistes de Llucmajor, en la calle Sant Joan, sede de la cooperativa en su día, tuvo lugar un acto en el que estuvieron presentes la subsecretaria del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y el delegado del Gobierno, Ramon Socias, así como el alcalde Lluc Tomàs. Miquel Montserrat narró la historia de la cooperativa y después se descubrió una placa para recordar su existencia en años venideros.

En el homenaje también hubo miembros de la junta directiva de la cooperativa en el momento de su desaparición. El socialista Antoni Garcies indicó ayer a este diario que fue una de las cooperativas más importantes de España. Tenía ocho sucursales, una fábrica del calzado y numerosas entidades más. «Era el motor económico dentro del pueblo».

En la que fue sede de la cooperativa en este momento están los locales de la Associació de Pensionistes.