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GUILLEM MAS
El que fuera durante quince años el secretario municipal de ses Salines, el ahora ya jubilado Joan Burguera, tendrá que demoler el gallinero que se construyó en nombre de su madre, Magdalena Vidal, y pagar 1.000 euros a modo de sanción. El Consell ha dado la razón a los Nous Independents Locals (NIL), resolviendo el expediente sancionador en este sentido. Según este partido, «el ex secretario podría haber incurrido en un supuesto delito de desviación de poder al ser el responsable, en su momento, del registro municipal».

El partido recuerda que a la madre del ex secretario se le concedió una licencia de obra menor en 2004 -siendo alcalde Sebastià Vidal (PP)- con un informe favorable del arquitecto municipal Antoni Campins, donde se solicitaba un permiso para cambiar 12 metros cuadrados de tejas de una barraca de 80 centímetros de altura -cuando la caseta existente sólo tenía 2 metros cuadrados de tejado- «a no ser que la cambiasen seis veces», ironiza el NIL.

Según se ha podido constatar, en aquel tiempo el arquitecto Antoni Campins aún era interino y poco después pasó a ser fijo. El NIL se pregunta si «hizo la vista gorda» y por qué a la madre del ex secretario «no se le pidió que justificara la legalidad de la barraca como se hace con el resto de saliners».