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La alcaldesa Aina Rodríguez (PP), había dado su palabra a la oposición de que el pleno de ayer tendría ruegos y preguntas pese a ser extraordinario. Se convertía así en el último pleno de denuncia para la oposición antes de las elecciones y los distintos partidos políticos (Independents, UM y PSOE) quisieron sacarle partido. Palabras como corrupción, políticas delictivas o especulación fueron una constante en una sesión plenaria en la que el portavoz de UM, Joan Monjo tuvo que presentar sus disculpas a la alcaldesa hasta en dos ocasiones tras acusarla sin pruebas de reunirse cada tarde con el ex alcalde Antoni del Olmo.

No fue la única acusación. Monjo también propuso iniciar un expediente disciplinario de diligencias de investigación al policía Antoni Mayol (que forma parte de las listas del PP) por realizar tareas incompatibles con su trabajo al reunirse el pasado 17 de abril con ciudadanos alemanes y ofrecerles su ayuda para rectificar el censo si era necesario, siempre según Joan Monjo, de una manera «poco ética que recuerda las prácticas habituales de corrupción política».

Otras dos mociones presentadas por Monjo y cuya urgencia también fue rechazada proponían «exigir responsabilidades a los miembros del equipo de gobierno que hayan adoptado decisiones políticas delictivas que han permitido que el Ajuntament deje de ingresar 1.200.000 euros por el tema de la playas» y «exigir responsabilidades al equipo de gobierno por dar una licencia de obras para construir una caseta en medio de la calle». El ambiente se fue caldeando a medida que se acercaban los ruegos y preguntas. Antoni Reus (Independents), hizo como de costumbre una oposición de denuncia guardando las formas. Monjo fue mucho menos sutil cuando llamó «mentiroso» al teniente de alcalde Miquel Ordinas que acusó al portavoz de UM de ser un «mentiroso» y un «intoxicador de noticias». El portavoz del PSOE Miquel Cifre denunció el «comportamiento caciquil y antidemocrático del equipo de gobierno».