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M.NADAL
El pueblo de Alcúdia amaneció ayer con una gran sorpresa. Los pescadores de la embarcación Eolo 3, encontraron ayer en sus redes a unas diez millas de la costa un ejemplar de tiburón peregrino de unos siete metros y medio de longitud y de una tonelada y media sin vida. A pesar de las grandes dimensiones del animal, el alcalde de la localidad, Miquel Ferrer, aseguró que «no es un ejemplar peligroso».

Los medios de comunicación ya se hicieron eco de la noticia a primera hora de la mañana lo que provocó una gran expectación en el puerto de Alcúdia. Mucha gente se congregó en el lugar para poder ver en primera persona un animal que, seguramente, tardarán en volver a ver. Aunque las imágenes impacten, cabe destacar que se trata de una raza de tiburón inofensiva ya que prácticamente no tiene dientes y es un filtrador pasivo que se alimenta de zooplacton.

Aún así, la autoridad portuario se oponía en un principio a permitir el acceso a la zona para poder contemplar y fotografiar al animal de grandes dimensiones, aunque después de la gran expectación optaron por dejar la vía libre y fue cuando los curiosos contemplaron el ejemplar. Fueron muchos los que decidieron fotografiarse al lado del tiburón peregrino mientras permanecía colgado de una gran grúa. Incluso algunos alumnos de un colegio de Alcúdia aprovecharon para visitar el puerto y poder contemplar el ejemplar del tiburón peregrino que se encontró ayer a diez millas de la costa.