El último pleno de ses Salines fue tenso a raíz de las críticas y denuncias del regidor Francesc Garí.

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GUILLEM MAS
Un informe económico de la secretaria del Ajuntament de ses Salines, Paula Baltasar, ha desvelado que el Ajuntament tiene actualmente una deuda de 1,3 millones de euros. Además, la secretaria también afirma que «el total de gastos que no figuran en el presupuesto de 2006 son de 336.230 euros, lo que significa que el Ajuntament no genera la suficiente capacidad de recursos ordinarios por su proceso inversor y capacidad de endeudamiento para el ejercicio de 2007». Ante las conclusiones de la secretaria, la oposición -PSOE y Francesc Garí- han apuntado que los datos económicos «dejan bien claro que el Ajuntament se encuentra en quiebra técnica tal y como hemos ido denunciando los últimos meses».

La mala situación económica del Ajuntament sólo fue uno de los puntos candentes del último pleno de este mandato que fue muy tenso en el apartado de ruegos y preguntas. El edil del Grupo Mixto, Francesc Garí, acusó al PP de exigir a un vecino el derribo de una obra ilegal tal y cómo informó Ultima Hora el pasado domingo, fundamentando las acusaciones con pruebas documentales. Garí también instó al pleno a llevar ante la Fiscalía Anticorrupción un expediente de demolición de una obra ilegal de un hotel de la Colònia de Sant Jordi ya que su entrada se permitió con una licencia que tenía un informe desfavorable. Garí acusó al regidor Antoni Caldentey (UM) como responsable ya que entonces era el alcalde.

Enfurecido, Garí volvió a mostrar papeles ante los regidores del PP y les dijo: «Aquí tenéis una licencia para un cambio de tejado para una casa que no existe». Con todo, la tempestad de Garí también salpicó al ex secretario Joan Burguera y el exalcalde Sebastià Vidal. Del primero pidió que «el pleno inste a que se le retire la medalla al mérito del trabajo por sus escándalos urbanísticos fruto de su mala gestión» y del segundo, comentó que «sea nombrado Hijo Predilecto de ses Salines por el escándalo del caso de ses Salines y sentar en el banquillo a 11 alcaldes del PP», a la vez que reprochó al regidor Rafel Serra (PP) su participación en la trama caballista. A pesar de contar con la abstención de los socialistas, las dos propuestas de Garí no prosperaron.