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JOAN SAMPOL
La zona de acogida del santuario de Lluc recibió ayer a mas de mil personas llegadas de diferentes lugares de Mallorca, donde participaron de la Jornada del Enfermo organizada como cada año por la Delegación Diocesana de Pastoral de Salud. Fueron muchos los familiares, el personal sanitario y los voluntarios que subieron a Lluc para acompañar a los enfermos.

Este encuentro tiene como principal objetivo dar ánimos a todas las personas que sufren por falta de salud y demostrarles que no se encuentran solos ante el sufrimiento, así como intentar contribuir en la concienciación de la sociedad sobre los problemas de estas personas.

Durante la celebración de la misa, el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, mostró su apoyo a los enfermos y destacó la gran tarea de los voluntarios y del personal sanitario. Así, durante la misa los participantes ofrecieron al obispo ofrendas, como flores, almendras, pan o vino, para la Mare de Déu de Lluc.

Además de la tradicional Jornada del Enfermo, que se celebra en Lluc desde hace más de veinte años, la Delegación Pastoral de la Salud se encargó de organizar diferentes grupos de voluntarios en las diferentes parroquias de Palma y de la Part Forana para que ayuden a los enfermos necesitados.

En este sentido, el hecho de que los enfermos puedan reunirse les permite compartir vivencias y salir de su ambiente, ya que algunos de ellos no salen de casa en todo el año y de esta manera se sienten más animados, hecho que beneficia su salud.