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PEDRO AGUILO MORA
Fumata blanca en Andratx. Al filo de la medianoche de ayer se selló en Andratx el pacto de gobierno tripartito, nacionalista y de progreso entre PSOE, UM y PSM, después de que la formación socialista (que en principio pretendía capitalizar la Alcaldía del municipio los cuatro años de la legislatura) decidiera ceder la vara de mando municipal a UM durante dos años. El candidato del PSM, Gabriel Puigserver, ocupará durante toda la legislatura la primera tenencia de Alcaldía.

Durante los dos primeros años de la legislatura, Xisco Femenías, candidato del PSOE, presidirá el Consistorio, mientras que la líder de UM en el municipio, Isabel Alemany, lo hará en los dos años. De esta manera, será Femenías, quien el sábado recoja la vara de mando que ostentaba hasta ahora el PP.

El pacto es hoy una realidad, a pesar de que los conservadores ofrecieron también dos años de Alcaldía a UM. Las bases de esta formación nacionalista optaron en la noche del miércoles por decantarse hacia una alianza con la izquierda.

Antes de reunirse ayer con la candidata de UM a la Alcaldía, Isabel Alemany, alrededor de las 13.00 horas, el candidato del PP, Jaume Porsell, ya advirtió que veía «difícil» mejorar la oferta de dos años de Alcaldía para UM. Cinco horas después, alrededor de las 18.00 horas, tras mantener su encuentro con Alemany, Porsell ya tiraba la toalla y daba por cerradas las negociaciones.

Y es que según el todavía alcalde en funciones, en el caso de que el PP hubiese mejorado su oferta, ésta debería haber sido refrendada otra vez por el comité local de UM. «Así no importa seguir», subrayó Porsell.

El desánimo de Porsell, que ya ha adelantado que se irá a la oposición «con dignidad», lo fomenta la decisión adoptada el miércoles por la noche por el comité de UM en Andratx. La asamblea concluyó que, en igualdad de condiciones (Alcaldía compartida), las bases nacionalistas preferían pactar con PSOE y PSM. Alemany, hizo hincapié ayer en este hecho: ante las propuestas -prácticamente similares- de PSOE y PP, entre las bases nacionalistas impera de forma «absoluta y aplastante» la voluntad de sustanciar un pacto con la izquierda.