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P.A.M.
El todavía president del Govern balear, Jaume Matas, inauguró ayer el Claustro de Sant Bonaventura, un edificio que data del siglo XVII que se convertirá en centro cívico, social y cultural y que albergará la nueva sede de la concejalía de Cultura del Ajuntament.

Al acto, que fue aprovechado por Matas para despedirse oficialmente de su cargo y de la política, asistieron también el conseller de Turisme, Joan Flaquer; y el alcalde del municipio, Lluc Tomàs; así como concejales en la oposición, entre ellos Joan Jaume Sastre (PSOE), Joana Lluïsa Mascaró (PSM) y Joan Oller (UM). Llamó poderosamente la atención la no asistencia del portavoz de ASI, Joaquín Rabasco.

En declaraciones a la prensa, Tomàs se mostró convencido de que en el mes de agosto se pueda empezar a ocupar el que llamó «edificio más importante de la arquitectura civil de Llucmajor», entre otros objetivos para albergar las nuevas dependencias de Cultura.

Se trabaja con la idea de que el inmueble se convierta en «un centro de cultura de ámbito comarcal» para la zona del Migjorn, habida cuenta de que acogerá un auditorio, un centro de nuevas tecnologías, el Centro de Estudios Pare Boscana, el centro de interpretación de la comarca, el centro universitario, una fonoteca y el archivo histórico.

El alcalde recordó que la reforma se inició en febrero de 2006, gracias a las aportaciones de unos siete millones por parte de la Conselleria de Turisme y del Consistorio.

Por otra parte Lluc Tomàs deseó que el nuevo Ejecutivo de centroizquierda colabore también en el equipamiento de este espacio y en otros proyectos que puedan surgir en el futuro.

La primera fase de las obras de rehabilitación del claustro han tenido por objeto la consolidación estructural y la restauración de los elementos singulares, como las pinturas murales o las escaleras.