A primera vista puede comprobarse que el agua es de mala calidad.

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GLÒRIA JULIÀ La empresa de agua potable de Portocolom ha emitido un comunicado a los vecinos del núcleo costero alertándolos de que el agua del grifo no es apta para el consumo. Y así lo confirman los últimos tres informes emitidos por el Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC).

De los informes, dos son de los meses de abril y mayo y uno del pasado mes de junio. Mediante los controles de calidad, que se hacen de forma periódica, se ha detectado que el agua presenta concentraciones elevadas de cloruros, sodio y sulfatos. Estos elementos son parámetros indicadores de la calidad del agua y, a partir de determinadas concentraciones, alteran su gusto, además de poder ser perjudiciales para la salud. Según ha informado la empresa Edam S.A., a los vecinos «deben tener especial cuidado de no beber las personas mayores, con hipertensión arterial o afectación de riñones».

No se recomienda usarla para «hacer café ni para cocinar», así como tampoco para preparar biberones. También deben tener especial cuidado las personas con problemas de corazón o con úlceras en el estómago. Aún así, se puede usar para ducharse, lavar enseres o ropa. Así, según los vecinos: «Con esta agua no nos podemos ni duchar, porque es muy salada. Comprar agua para cocinar o para regar es indignante, con el dinero que pagamos al año a esta empresa».

Ultima Hora ya se hizo eco de la problemática el año pasado, cuando el regidor Nicolau Barceló presentó una moción para pedir una analítica básica de la potabilidad del agua a todos los núcleos de la población. Entonces, el regidor Jaume Obrador aseguró, en septiembre del 2006, que se verían mejoras inminentemente, hecho que no ha sido constatado por los vecinos durante los diez meses siguientes.

Los resultados de las analíticas fueron que el agua no era apta para el consumo, pero no se informó debidamente a los ciudadanos, hecho exigido por Barceló desde un principio. Los vecinos de Portocolom ya han manifestado su malestar por este tema reiteradas veces, sin haber notado en ningún momento mejoría: «Hemos presentado quejas para que alguien nos escuche y el Ajuntament parece que hace oídos sordos».