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MARTA BERGAS Un total de 1.750.00 euros son los que ha repartido Ramón Escamilla en el premio del sorteo de la ONCE celebrado la el 12 de julio. Este vendedor de cupones, natural de Ciudad Real aunque afincado en Mallorca desde hace 24 años, consiguió vender los 50 boletos de la serie, premiados cada uno de ellos con una cuantía de 35 mil euros. El premio ha estado muy repartido ya que se ha vendido, además de en sa Pobla, en el Foro de Mallorca y también en Santa Eugènia donde Ramón también vende cupones. El caso de este manchego de 39 años es cuanto menos peculiar . Ramón se dedicaba a la construcción hasta hace tres años cuando un accidente laboral le impidió seguir ejerciendo como profesional de una empresa mallorquina. A partir de entonces, decidió acogerse a unos cursillos de formación de la ONCE, organización para la que empezó a trabajar en agosto de 2004.

Ramón reconoce que la brevedad con la que ha vendido un primer premio «es un logro; hay gente que lleva 40 años vendiendo cupones y todavía no ha tenido la suerte de vender el gordo». Reconoce con una amplia sonrisa que se siente muy satisfecho de haber podido repartir tanto dinero: «¿tú sabes los años que se necesitan para ganar tanto?». Además, confiesa que se ha convertido en un personaje buscado en el pueblo: los vecinos le felicitan y se paran a comentar la complicidad con la que Ramón les hacía bromas antes de vender el premio. «A una señora de aquí, siempre le decía: Francisca, un día te voy a dar el gordo».