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JOAN SAMPOL El alcalde de Santa Eugènia, Guillem Crespí (PP), rindió ayer un homenaje a puerta cerrada en el Ajuntament a un miembro de la División Azul que, antiguamente, había sido nombrado hijo adoptivo de Santa Eugènia por el dictador Francisco Franco.

Así, el alcalde Crespí convocó a los miembros de la oposición para invitarlos a asistir al homenaje, aunque éstos decidieron no asistir al acto. La prensa no fue convocada y, aunque se presentó en el Ajuntament, el alcalde les denegó la entrada.

Durante el acto del homenaje se entregó una placa conmemorativa a este miembro de la División Azul, de 83 años. Se trataba de una placa encargada por el Ajuntament de Santa Eugènia y pagada con dinero de las arcas municipales. Además, el acto se realizó en el interior del Ajuntament, de modo que le otorgaba carácter público.

A pesar de ello, el alcalde manifestó minutos antes del acto que se trataba de un homenaje «de carácter privado y familiar y no tiene nada que ver con las fiestas de Santa Eugènia y, por este motivo, no es público». Así, Crespí no dejó entrar a los miembros de la prensa en la sala del Ajuntament donde se llevó a cabo el acto.

Sobre este acto, varias fuentes del municipio de Santa Eugènia explicaron a este periódico que «el hijo adoptivo de Santa Eugènia, miembro de la antigua División Azul, había solicitado en varias ocasiones visitar el pueblo, de modo que ha sido el alcalde quien ha accedido a su petición».

Además, las mismas fuentes aseguraron que el hijo adoptivo «no es del pueblo, ni siquiera vive en Mallorca, ya que reside en la Península». De esta manera, el homenajeado acudió a Santa Eugènia con su familia, que fueron recibidos por el alcalde Guillem Crespí en el Ajuntament del pueblo.