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M. RAMIS El convento de las monjas franciscanas de Costitx cerró sus puertas el pasado jueves. Fundado el año 1867, se trataba del segundo convento de monjas franciscanas más antiguo de Mallorca, después del de Pina, fundado el 1856. Así, sor Isabel, sor Joana Llompart, sor Pietat y sor Joana Darder, que actualmente vivían el convento de Costitx, se separarán. La vida de las franciscanas en el convento de Costitx era relativamente tranquila desde que dejaron de encargarse de la educación de los más pequeños. «Desde entonces, nos encargamos de la ropa de la iglesia, ayudamos en la limpieza y llevamos la comunión a la gente mayor», explica sor Joana Llompart, que tiene 82 años y desde los 50 está en el convento de Costitx.





Sor Joana se dedicó a dar clases a los más pequeños hasta los 74 años y guarda un buen recuerdo de aquellos tiempos. «Tengo un gran aprecio a todos los niños y niñas que pasaron por aquí, y con algunos de ellos tengo una gran confianza», explicó.

Hace tiempo que en convento de Costitx sólo viven cuatro religiosas, aunque han llegado a vivir seis, cuando las monjas se encargaban de más labores de carácter social.

Después de tantos años, son muchos los recuerdos que las monjas franciscanas que han pasado por el convento de Costitx dejan al municipio, pero sor Joana destaca uno de más reciente: haber abierto el centro de día de Costitx en un local de Ca ses Monges, que éstas cedieron al Ajuntament. Las religiosas también han recibido homenajes por su trayectoria. Además, el Ajuntament aprobó en el pleno realizar un último homenaje a las religiosas que durante tantos años han servido al pueblo con sus tareas y darles así un último adiós de parte de todo el pueblo de Costitx.

Así mismo, las monjas tienen un gran recuerdo de la que ha sido, hasta hace poco más de un mes, su alcaldesa Maria Antònia Munar.