Wingfield compra Sa Talaia de Sóller para hacer uno de los hoteles más lujosos del Estado

El importe de la transacción económica no ha trascendido pero de entrada la operación ya ha repercutido directamente en las malogradas arcas muncipales puesto que el Ajuntament ya ha cobrado un millón de euros en cumplimiento del convenio urbanístico firmado a finales de la anterior legislatura entre la compañía compradora y el Ajuntament que preveía esta compensación económica a cambio del compromiso de otorgar la licencia de obras para poder finalizar unas obras paralizadas desde el año 1997 y sobre las cuales ya había pendiente un expediente de caducidad de licencia y un contencioso.

El pacto de gobierno de Sóller ya se había reunido con los compradores y les había manifestado su voluntad de respetar el convenio urbanístico firmado por el equipo de gobierno anterior «en todos sus extremos». El mismo convenio prevé que esta importante cantidad se destine a tres proyectos municipales alternativos: la adquisición del campo de deportes del Port, de propiedad privada y en manos del ministerio de Defensa, la restauración y rehabilitación del antiguo cine Fantasio para convertirlo en centro cultural o escuela de música o la finalización de las obras del teatro municipal La Defensora.

La compra de la estructura del hotel parte de Wingfield Corporation es una realidad después de complejas negociaciones financieras a tres bandas, que según fuentes próximas a la operación las han calificado de «difícil carambola». De hecho, Wingfield Corporation traspasará el hotel a un fondo de inversión y su explotación final la llevará a cabo la multinacional de capital árabe Jumeriah que pertenece al Dubai Holding y que explota uno de los hoteles más lujosos del mundo en este emirato: el Burj al Arab.