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JOSEP MARIA SASTRE La falta de un catálogo que proteja los edificios con carácter y valor patrimonial de Porto Cristo provoca que la zona costera de Manacor vaya perdiendo sus casas más singulares y antiguas.

Los propietarios han ido demoliendo las viviendas a medida que el paso del tiempo ha afectado las estructuras principales, para levantar edificios modernos. En caso de que la administración hubiera contado con un catálogo, los titulares tendrían que haberse ceñido a las limitaciones que la protección estipula y, por lo tanto, haber conservado las fachadas y otros elementos de valor.

En Porto Cristo restan apenas doce edificios cuya antigüedad es de entre 100 y 150 años. Estos serán catalogados ahora para su inclusión en el Plan General de Ordenación Urbana.

El último caso es el de un edificio centenario ubicado en la calle Bordils, conocido porque durante años ha acogido el bar restaurante s'Ànfora. El pasado mes de agosto el interior del inmueble de tres plantas se desplomó, fue precintado y posteriomente apuntalado. Ahora, la propiedad de este inmueble ha solicitado un permiso de demolición integral que el Ajuntament de Manacor no tendrá más remedio que conceder. Así lo explicaba el regidor de Urbanismo, Bernat Amer (AIPC) quien lamentó que Porto Cristo haya perdido edificios antiguos. «Los propietarios tienen derecho a demoler el edificio porque no está protegido. Quizás desde el área de patrimonio de Manacor tendrían que haber protegido antes estos edificios o, por lo menos, sus fachadas», consideró Amer.