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MARTA MEDRANO La suspensión cautelar del plan de urbanización del tercer polígono de Inca, dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Balears ha generado diferentes reacciones entre los partidos políticos.

Ayer, desde el PSOE, su portavoz, Xavier Ramis, llamó la atención sobre el «grave» retraso que supondrá esta sentencia para la construcción del polígono. «Los trámites no son sencillos y calculamos que, como mínimo, esta situación ralentizará un año más la construcción de una infraestructura que serviría en estos momentos para dinamizar económicamente la ciudad en un momento de crisis de la construcción y que crearía zonas deportivas y de ocio muy necesarias, como un multicine», explicó Ramis.

El PSOE lamentó que el PP no hiciera caso a la oposición en 2005 cuando advirtieron que la tramitación no era correcta. «En Inca hay gente que ha vendido sus empresas para poder trasladarse al polígono y ahora reciben un jarro de agua fría. Además, nos parece extraño que el PP haya escondido esta sentencia a la opinión pública, pues la conocen desde el pasado 3 de octubre», añadió el edil socialista.

Uno de los aspectos que más critica este partido es el hecho de que, además, el Consistorio adjudicara el proyecto de redacción del polígono y la dirección de obras justo antes de las elecciones. «Se pagaron entonces 390.000 euros por este proyecto que no sabemos si podremos recuperar», explicó.

De un modo muy diferente lo ve el alcalde de Inca, Pere Rotger, que asegura que con este proyecto «simplemente se ha avanzado trabajo para evitar retrasos». «El espacio es el mismo y así, el trabajo ya está hecho. También estamos trabajando en la parcelación del polígono con los propietarios y, en un mes, todo estará a punto. Con todo creemos que a partir de diciembre, fecha en que calculamos llevaremos la adaptación provisional del PGOU al Plan Territorial al pleno, pasaran cuatro meses y podremos iniciar las obras del polígono», expuso el alcalde. Rotger, además, se reúne mañana con la consellera insular de Ordenación del Territorio, Maria Lluïsa Dubón, y asegura que «hay buena sintonía» con la institución insular.