La regulación de los 'tiqueteros' limita su número por local y les obliga a ir identificados con petos.

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V. MALAGÓN /J. ROSSELLÓ Los hosteleros de Magaluf están alarmados ante la escalada de multas que el Ajuntament de Calvià ha comenzado a aplicar a rajatabla. Hasta veinticinco empresarios de la localidad han recibido avisos de embargo por parte del Consistorio que dirige Carlos Delgado. Todas las multas, que para algunos hosteleros llegan a acumular hasta medio millón de euros, son infracciones de la Ordenanza de Publicidad del municipio, que limita con sanciones muy elevadas la actuación de los relaciones públicas de los locales, los conocidos 'tiqueteros'.

Hace dos años, en el 2005, el Ajuntament renegoció la ordenanza con los dueños de los locales. Desde entonces, el volumen de multas aumentó. El entonces concejal de Hacienda y ahora portavoz de Unió Mallorquina en la oposición, Isidre Cañellas, recuerda que en ese momento, por parte del Ajuntament se adoptó el compromiso de mantener cierta manga ancha y no ejecutar hasta el final las sanciones. En los últimos meses, Carlos Delgado ha cambiado el criterio y ha comenzado a recurrir a la vía ejecutiva para reclamar los pagos.

Como se trata de multas acumuladas desde hace dos años, hay empresarios que acumulan grandes cantidades, hasta medio millón de euros en algunos casos. Ahora el Ajuntament está procediendo a embargar cuentas bancarias, situación que han sufrido alrededor de veinticinco empresarios. La alarma ha cundido entre los hosteleros de la zona, algunos de los cuales han procedido a cambiar la titularidad de sus cuentas bancarias para evitar los embargos, cuya cuantía podría poner en cuestión el futuro de algunos de los establecimientos.

El conflicto se circunscribe sobre todo a la zona de mayor aglomeración nocturna de Magaluf: Punta Ballena. Los empresarios creen que el Ajuntament está intentando hacer caja a costa de una ordenanza que impone multas desproporcionadas. Así, que un tiquetero reparta tarjetas en la acera de enfrente a su establecimiento tiene una sanción de 2.000 euros.

Durante la campaña electoral, Carlos Delgado ya incorporó en su programa electoral su intención de acabar con los tiqueteros, al tiempo que se comprometía a liberalizar los horarios de apertura y cierre de todos los locales de ocio nocturno. Aquél anuncio ya contó con la oposición frontal del sector, que consideraba que la medida sólo daría lugar a la proliferación de tiqueteros ilegales y no, como sucede hasta ahora, autorizados por el Ajuntament. En cualquier caso, el cambio de actitud por parte del Consistorio y la agilización de los cobros por la vía ejecutiva, ha alarmado a los empresarios de la zona.