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Una treintena de personas protestó ayer por la mañana a las puertas del Ajuntament contra el proyecto de construcción del golf de Son Bosc. El colectivo «Antigolfos» se sirvió de una cacerolada para hacer saber a los responsables municipales que no quieren un golf tan cerca de la Albufera.

La cacerolada contó con el apoyo del GOB, así como de los regidores municipales de PSOE-Entesa, no así del resto de grupos políticos con representación municipal (UM, PP-CDM).

El Ajuntament se encuentra a la espera de los resultados de un informe técnico y de otro jurídico antes de decidir si conceden la licencia de actividades a la promotora del golf, que dispone de un interés general para construir en los terrenos situados junto al Parc Natural de s'Albufera. Así lo explicó el regidor de Medio Ambiente, Jaume Payeras, que avanzó que el resultado del informe puede demorarse aproximadamente quince días. Los manifestantes piden que se proteja la finca por su valor medioambiental.