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MARTA MEDRANO De aceites, como de vinos, hay buenos y malos. Para aprender a distinguirlos ayer el catador cordobés Cristino Lobillo Rios, uno de los expertos de aceite más reconocidos de España, dejó probar al público seis aceites diferentes elaborados por los químicos de Olis Caimari. Lobillo explicó cómo distinguir, mediante el olfato y el gusto, cuando un aceite tiene defectos que lo transforman en agrio, rancio, con gusto a tierra, metálico, fermentado o pútrido y cuando, en cambio, destaca con virtudes como el gusto de almendra, dulce, picante o a madera. Todo este conjunto de variantes, explicó Lobillo, son las que determinan cuando un aceite puede llegar a ser calificado como virgen o virgen extra. La cata, la primera que se celebra en el marco de la Fira de Caimari que recibirá hoy a miles de visitantes, fue organizada por Olis Caimari para rendir homenaje al difundo Simó Mateu, uno de los fundadores de esta empresa familiar.

Además de esta cata gratuita, que se celebró durante la mañana y la tarde de ayer y en la que participaron decenas de personas, la Fira abrió ayer sus puertas al público que prefiere evitar las aglomeraciones que acostumbran a producirse el domingo.

El alcalde de Caimari, Pere Seguí, acompañado por el alcalde de Selva, Joan Rotger y por la Consellera d'Agricultura, Mercè Amer y la Consellera de Comerç, Francesca Vives, recorrieron los puntos más destacados del recinto ferial.

Este año, además de constituir una cita para ver todos los productos posibles elaborados con aceite, la Fira acoge muestras relacionadas con el trabajo agrícola de esta zona de Mallorca. Así, hoy se podrá ver en Caimari una demostración de cómo los perros recogen a las ovejas, la técnica de cortar troncos conocida como tall amb arduc y un repaso a diferentes formas históricas de fabricar aceite.