Imagen de la planta de es Pagos cuya instalación concluirá en breve.

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JOSEP MARIA SASTRE

La autorización de dos nuevos parques fotovoltaicos en el suelo rústico de Porreres, que se sumarán al que se está instalando en es Pagos, ha levantado polémica y críticas tanto desde el Ajuntament como de entre algunos sectores vecinales.

El Govern balear ha dado luz verde a una nueva instalación en la finca de Bellviure que, según ha podido saber este periódico, tendrá una extensión de entre 70.000 y 90.000 metros cuadrados. De esta manera, superará en extensión al parque solar de es Pagos que tiene 60.000 metros y que en su día fue presentado como el más extenso de las Illes Balears. La planta de Bellviure cuenta con todas las autorizaciones y permisos y su instalación empezará en los próximos meses.

La segunda en discordia y que está en tramitación está en la finca de Son Oms. Ésta ya ha sido aprobada inicialmente y ahora permanece en exposición pública para la presentación de alegaciones y pendiente de aprobación definitiva por parte de la Conselleria de Comerç i Indústria. La extensión de terreno rústico que ocupará esta será de unos 30.000 metros cuadrados.

A todo esto, muchos vecinos se han personado en el Ajuntament para pedir explicaciones sobre la proliferación de plantas fotovoltaicas. Consultado por este periódico, el alcalde de Porreres, Bernat Bauçà (UM), ha lamentado que los ayuntamientos no puedan opinar a la hora de decidir si se pueden instalar o no estos parques. «No pintamos nada. La normativa que hizo el Govern balear en tiempos de Jaume Matas nos deja de lado, somos un cero a la izquierda. Los vecinos vienen aquí a pedir explicaciones y no podemos decirles nada», declara Bauçà. El alcalde añade que en el caso de Son Oms, «hemos hecho un informe desfavorable pero no es vinculante». «Los ayuntamientos deberíamos poder decidir si se pueden instalar estas plantas y dónde, por lo que el Govern debería modificar la normativa», añade.