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JOSEP MARIA SASTRE La empresa que había conseguido los derechos en los terrenos de la finca de Bellviure, de Porreres, para instalar una planta fotovoltaica que debía ocupar más de 70.000 metros cuadrados de suelo rústico, ha renunciado al proyecto. Así lo han confirmado desde la Conselleria de Comerç, Indústria i Energia, después de que la empresa de Galicia ya haya registrado un escrito de renuncia.

Los motivos que han provocado este cambio de panorama ha sido la fuerte presión vecinal y la polémica que se levantó en torno a estas instalaciones en suelo rústico. En Porreres, ya hay un parque instalado en la finca de es Pagos que tiene 60.000 metros cuadrados, es una de las más extensas de Mallorca y comenzará a funcionar en breve.

A todo esto, hay que añadir que el alcalde de Porreres, Bernat Bauçà (UM), criticó que los ayuntamientos no puedan hacer informes vinculantes sobre la instalación de parques solares en el suelo rústico de sus municipios. Ante esta polémica situación en torno a los parques solares, y a instancias del Ajuntament y de la misma propiedad de la finca, que había firmado el contrato de arrendamiento de los terrenos pero quería dar marcha atrás, se iniciaron una serie de reuniones entre todas las partes. Se barajó la posibilidad de reducir las dimensiones del proyecto, pero finalmente se ha descartado por completo.