Cada día se recoge un residuo diferente, salvo el sábado.

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La cultura del reciclaje se va imponiendo en Mallorca. De hecho, en un total de 28 municipios de Mallorca se realiza la recogida de basura 'puerta a puerta', un sistema que implica la desaparición de los contenedores de las calles de los municipios y que exige una mayor colaboración ciudadana. Y es que, cada día, se recoge en la misma puerta de casa o en las áreas de aportación acordadas un tipo de residuo: papel, vidrio, materia orgánica, residuos de rechazo o envases.

Esto que en principio parece muy fácil, resulta muy complicado, porque hay que seleccionar con mayor cuidado las basuras y utilizar para cada fracción una bolsa o cubo específico. Este sistema, sin una buena campaña de información puede resultar desastroso en los inicios como ocurrió en varios municipios. En Alaró, por ejemplo. Sin embargo, a pesar de las dificultades, ninguno ha dado marcha atrás en el proceso hacia el reciclaje.

En sólo dos años, se ha producido un avance espectacular en este campo. Los vecinos de Puigpunyent fueron los pioneros en este sistema. Y el progreso ha sido tal que en este municipio ya se recicla el 80 por ciento de los residuos. Todo un éxito. La recogida 'puerta a puerta' también se lleva a cabo en todos los pueblos de es Pla y es Raiguer (excepto en Inca que sólo se lleva a cabo en el barrio Crist Rei), así como en Bunyola, Esporles y Son Servera. En concreto, son municipios que no superan los 6.000 habitantes.

«Los municipios», explica Guillem Riera, director insular de Residus del Consell, «no están obligados a optar por un sistema u otro. Eso sí, si deciden cambiar sólo tienen que pedir autorización al Consell y desde aquí se apoyará con subvenciones para trípticos, bolsas, educación medioambiental, etcétera».

La decisión no es fácil porque cambiar de un sistema contenedor al de 'puerta a puerta' es más caro. Se ahorra en incineración, pero se gasta más en la recogida. Utilizar cada día un camión y más personal supone un gasto extra a los ayuntamientos. En cambio, la partida de la incineración se reduce considerablemente.