La feria del Port d'Alcúdia ofrece al visitante una buena imagen del núcleo costero.

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La afición de los mallorquines a los días de feria es algo a estas alturas innegable. Pero si a la oferta tradicional de un domingo de feria se le suma además un buen reclamo para el paladar y la posibilidad de darse un chapuzón en la playa, el éxito está más que asegurado. Prueba de ello es la Fira Nàutica i de la Sípia, que durante este fin de semana ha movilizado a miles de personas hacia el Port d'Alcúdia.

La feria del Port d'Alcúdia se consolida en su tercera edición y lo hace rompiendo todas las previsiones. Los aparcamientos habilitados especialmente para la ocasión estaban completos ya a media mañana y la primera línea del Port d'Alcúdia era un ir y venir de transeúntes, por no hablar de los restaurantes de la zona donde era prácticamente imposible encontrar mesa sin previa reserva.

Como curiosidad, recordar que la primera feria náutica de Mallorca se celebró en Alcúdia y no fue hasta su segunda edición cuando se trasladó a Palma. Así, el Port d'Alcúdia recupera desde hace tres años el liderazgo en esta materia, al menos por lo que se refiere a la Part Forana de Mallorca. A la oferta náutica y de pesca deportiva se le suma además una variada muestra de oficios vinculados a la pesca más tradicional con demostraciones en vivo de las artes de pesca o de la restauración de embarcaciones de vela latina.

Paralelamente a la feria náutica, se celebra la muestra gastronómica de la sepia, uno de los productos estrella de la cofradía de pescadores que desde que se estrenó el certamen hace ahora tres años, monta una inmensa carpa en sus instalaciones para que el público pueda degustar (previa compra de un tíquet) su aclamado aguiat de sípia, esta vez con música en vivo. Son muchos los restaurantes del Port d'Alcúdia que también incluyen en sus cartas platos con la sepia como protagonista. Así ayer, se podían degustar en distintos establecimientos de Alcúdia auténticas delicias para el paladar como el trampó de sípia, la espinagada de sípia, los fideus amb sípia, por no hablar de la ensaïmada de sípia, que sólo los más osados se atrevían a probar.