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Los alcaldes de Sóller, Fornalutx, Banyalbufar y Selva se manifestaron ayer realmente indignados con la 'invasión' de motos que sufren las carreteras de sus poblaciones los fines de semana o días festivos. El problema residen en que las motos realizan carreras, cronos o excursiones por las carreteras de la Serra de Tramuntana a una velocidad desorbitada, generando el temor y la preocupación de los vecinos y los respectivos ayuntamientos.

Todos indican estar cansados de realizar denuncias ante Delegación de Gobierno porque el problema, que no es de ahora, no acaba de erradicarse. Es más, se va intensificando y los accidentes son cada vez más numerosos. Un motorista murió en Semana Santa en Banyalbufar y dos jóvenes el pasado fin de semana en Selva.

Las concentraciones se registran normalmente en las carreteras de Sóller al Puig Major, así como en tramos de la Ma-10 del Mirador de ses Barques a Escorca y de Escorca a Selva. Entre Esporles y Banyalbufar también son frecuentes las carreras de motos, así como entre Estellencs y Banyalbufar. Mateu Ferrà, alcalde de Banyalbufar, afirma que tiene constancia de las cronometraciones que realizan los moteros. «Yo los he visto; normalmente participan en grupos de 10 ó 12, que controlan incluso a la Guardia Civil de Tráfico, informándose por el móvil de su presencia».

Bartomeu Darder, ingeniero responsable del mantenimiento de las carreteras de la Serra en el Consell, asegura que «tenemos constancia de estas carreras por los golpes que detectamos en las vallas, los baches en el asfalto o por las manchas de aceite en el asfalto. A nosotros nos corresponde arreglar los desperfectos». Además, reciben las quejas de los ciudadanos tal como constata también el director insular de Carreteres, Gonzalo Aguiar, quien ya ha planteado el tema a la Asociación de Moteros para que conciencien a los socios de una conducción adecuada.

Joan Albertí, alcalde de Fornalutx, explica que se han tomado medidas como la limitación de la velocidad a 70 kilómetros por hora y 60 en algunos tramos, pero no se respetan. «A veces en el mirador de ses Barques se concentran de 150 a 200 motos. Más que carreras hacen exhibiciones, pero es muy peligroso para los vecinos. Además, el ruido es exagerado».

Todos coinciden que hay muchos moteros respetuosos con las carreteras, pero un sector que no. Los batles de Sóller y Escorca también coinciden al exigir más vigilancia. «Desde Delegación de Gobierno han actuado, pero las carreras no han llegado a cesar», dice Joan Rotger, alcalde de Selva. «No sé si son carreras, pero realizan barbaridades como adelantar en una curva o invadir el carril contrario», agrega Guillem Bernat, primer edil de Sóller.